martes, 9 de diciembre de 2008

Yo quiero ser como Schuster.




Y lo digo porque hoy el alemán se acaba de embolsar 3 millones de euros por hacer las cosas mal.
La cantidad, pese a que elevada, se distancia considerablemente de los 17 'kilos' que el presidente madridista tuvo que pagar a Capello cuando se lo 'cargó'.
Es increíble ver como los socios de un club pueden permitir estas barbaridades, pero como el fútbol lo gestionan borregos, por eso se permiten estas necedades.
Me hace gracia cuando oigo a sus aficcionados hablar de cifras en millones de euros como si lo hicieran de litros de agua, o de días de la semana.
Que pena me da hoy Schuster que se va al paro con una mano delante y la otra ... en la cartera.

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