MADRID.- La fotografía se convirtió en un icono. La imagen de una madre inmigrante, con sus hijos en brazos y éstos escondiendo sus caras en su regazo. Fue uno de lo símbolos del 'crack' del 29. Katherine McIntosh tenía entonces cuatro años, CNN la ha entrevistado ahora, y le ha dado la oportunidad de expresar qué significó que se inmortalizara aquel instante.
La foto nos provocó vergüenza, pero también le ayudó a tomar una determinación: "Estoy segura de que no quiero volver a estar así nunca", ha afirmado.
McIntosh, de 77 años, es la niña de la izquierda según se mira la fotografía, que fue llamada 'La madre emigrante' y tomada en febrero o marzo de 1936 por Dorothea Lange.
Lange realizaba en esa época un viaje por Nipomo, California, para fotografiar a emigrantes en las granjas de la Resettlement Administration, la agencia estadounidense que entre abril de 1935 y diciembre de 1936 recolocaba a familias con dificultades, tanto urbanas como rurales en comunidades diseñadas por el Gobierno federal.
Florence Owens Thompson, la madre de la entrevistada, estaba entonces en el lugar con siete hijos que trabajaban con ella en los campos.
"Le preguntó a mi madre si no le importaba que le hiciera una foto... le dijo que su nombre nunca sería publicado, pero que la imagen serviría para recordar a la gente que todos podemos estar en apuros", ha explicado McIntosh.
La mujer dejó hacer la foto porque "pensaba que iba a ayudar". Al día siguiente, fue publicada en un periódico local, pero la familia ya se había trasladado a otra granja.
Según McIntosh, la gente estaba muerta de hambre en ese campo, "no había comida, nos avergonzábamos de todo, no queríamos que nadie supiera quiénes éramos".
La imagen ha ayudado a definir el 'crack' del 29, pero McIntosh ha dicho que su madre no dejó que la imagen la definiera a ella. Esa idea siempre la acompañaba, "siempre quería una vida mejor".
En la entrevista, relata los avatares de esos años, en los que en vez de ir a la escuela, recogía algodón. Cuenta que su madre a veces no comía nada para asegurarse de que los suyos tenían algo que echarse a la boca.
McIntosh se dedica ahora a limpiar casa en Modesto, California. Está orgullosa de tener al menos un techo, ya que ha vivido en coches o tiendas de campaña.
Los analistas dicen que la actual crisis económica es peor que la Gran Depresión. McIntosh cree que si hay una lección que aprender de su historia es que hay que ahorrar y nunca derrochar el dinero
La foto nos provocó vergüenza, pero también le ayudó a tomar una determinación: "Estoy segura de que no quiero volver a estar así nunca", ha afirmado.
McIntosh, de 77 años, es la niña de la izquierda según se mira la fotografía, que fue llamada 'La madre emigrante' y tomada en febrero o marzo de 1936 por Dorothea Lange.
Lange realizaba en esa época un viaje por Nipomo, California, para fotografiar a emigrantes en las granjas de la Resettlement Administration, la agencia estadounidense que entre abril de 1935 y diciembre de 1936 recolocaba a familias con dificultades, tanto urbanas como rurales en comunidades diseñadas por el Gobierno federal.
Florence Owens Thompson, la madre de la entrevistada, estaba entonces en el lugar con siete hijos que trabajaban con ella en los campos.
"Le preguntó a mi madre si no le importaba que le hiciera una foto... le dijo que su nombre nunca sería publicado, pero que la imagen serviría para recordar a la gente que todos podemos estar en apuros", ha explicado McIntosh.
La mujer dejó hacer la foto porque "pensaba que iba a ayudar". Al día siguiente, fue publicada en un periódico local, pero la familia ya se había trasladado a otra granja.
Según McIntosh, la gente estaba muerta de hambre en ese campo, "no había comida, nos avergonzábamos de todo, no queríamos que nadie supiera quiénes éramos".
La imagen ha ayudado a definir el 'crack' del 29, pero McIntosh ha dicho que su madre no dejó que la imagen la definiera a ella. Esa idea siempre la acompañaba, "siempre quería una vida mejor".
En la entrevista, relata los avatares de esos años, en los que en vez de ir a la escuela, recogía algodón. Cuenta que su madre a veces no comía nada para asegurarse de que los suyos tenían algo que echarse a la boca.
McIntosh se dedica ahora a limpiar casa en Modesto, California. Está orgullosa de tener al menos un techo, ya que ha vivido en coches o tiendas de campaña.
Los analistas dicen que la actual crisis económica es peor que la Gran Depresión. McIntosh cree que si hay una lección que aprender de su historia es que hay que ahorrar y nunca derrochar el dinero
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