sábado, 26 de noviembre de 2011

Pánico

Extraído del Foro dias de Bolsa: http://diasdebolsa.com/foros-bolsa/foro-bolsa/29898-cura-paralisis-temporal-panico.html


Os dejo una parte de un libro que me acaban de regalar. Las conclusiones vosotros mismos...


En marzo de 2009, el S & P 500 se desplomó a los niveles más bajos de la década y el mercado descendió alrededor del 57% desde su punto álgido a finales de 2007.
Yo observaba cómo los mercados parecían estar al borde del colapso. A los inversores ninguna perspectiva, por pesimista que fuera, les parecía imposible. ¿Cómo me sentía yo? En realidad, muy entusiasmado. No porque padezca algún tipo de perversión patológica que me haga disfrutar de la crisis (aunque sería posible), sino más bien porque los mercados se estaban abaratando. Como escribí en Mind Matters, a principios de marzo de 2009: «Compra cuando es barato, si no, ¿cuándo lo harás?». El argumento fundamental era bastante simple: la valoración de los mercados estaba en niveles no vistos desde hacía veinte o treinta años. Evidentemente, la valoración no es una razón infalible para comprar acciones —el precio de las acciones baratas siempre puede bajar más—, pero en marzo estaba convencido de que representaban una gran oportunidad de compra para los inversores a largo plazo.
Yo no era el único que pensaba de ese modo. Jeremy Gran-tham, director de estrategias de inversión de GMO, escribió lo siguiente:
A medida que esta crisis alcanza su punto culminante, personas antes razonables empezarán a predecir el fin del mundo, esgrimiendo gran cantidad de datos terroríficos y precisos que servirán para reforzar lo sabio que resulta ser cauteloso. Cada descenso incrementará la belleza del dinero en efectivo hasta que, como algunos experimentamos en 1974, se establezca una «parálisis terminal». Quienes invirtieron demasiado quedarán en estado cata-tónico y se limitarán a sentarse y rezar. Aquellos pocos que parezcan radiantes, rebosantes de dinero en efectivo, no querrán perder su fulgor tan fácilmente. Así que casi todo el mundo se limita a observar y esperar mientras su apatía empieza a fraguar como el cemento. Como de costumbre, los que tienen gran cantidad de dinero en efectivo se perderán un gran pedazo del mercado cuando éste se recupere.
Sólo existe una cura para la parálisis temporal: es absolutamente necesario tener un plan de batalla para reinvertir y seguirlo a pie juntillas. Dado que cada acto ha de superar la parálisis, lo que recomiendo es dar pocos pasos grandes y no muchos pequeños. Un único paso de gigante con el mercado a la baja puede estar bien, pero al no haber firmado un pacto con el diablo, varios movimientos importantes resultan más seguros.Es especialmente importante delimitar claramente lo que supondrá no tener efectivo en tu cartera. Sin un programa de este tipo, prepárate para que el entusiasmo de tu comité de inversiones (y por ende, el tuyo propio) decaiga en consonancia con el mercado. Has de conseguir que decida ya, rápidamente, antes de que aparezca el rigor mortis [...]. Por último, sé consciente de que el mercado no cambia al ver luz al final del túnel. Cambia cuando se ve todo negro, pero con un leve matiz menos sombrío que el día anterior.
De manera similar, Seth Klarman, presidente de Baupost y extraordinario inversor alcista, escribió:
El caos es tan extremo, las ventas a causa del pánico tan apremiantes, que apenas hay posibilidad de que la actuación de los vendedores sea fruto de información privilegiada; de hecho, situación tras situación, parece claro que los fundamentos de la inversión no afectan en absoluto a su decisión [...]. Si bien siempre es tentador intentar actuar teniendo en cuenta el tiempo del mercado y esperar a que se toque fondo (como si cuando esto sucede no fuese evidente), con el paso de los años dicha estrategia ha demostrado ser profundamente defectuosa. Históricamente, las transacciones de pequeño volumen en el momento más bajo o al inicio de la subida y la competencia por parte de otros compradores serán mucho mayores cuando los mercados se estabilicen y la economía empiece a recuperarse. Además, la recuperación de los precios una vez han tocado fondo puede ser muy rápida. Por consiguiente, un inversor debería poner su dinero a trabajar en medio de la angustia de un mercado bajista, consciente de que las cosas probablemente empeorarán antes de mejorar...


Conclusión:

El dinero se esconde debajo de la piedra del miedo, levantarla no es fácil porque no es cuestión de fuerza sino de Paciencia. 

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