Por desgracia mi mejor amigo se ha quedado en el paro, para poneros en antecedentes os diré que tiene 30 años y llevaba diez años trabajando en Pirelli. Os puedo asegurar que Jordi, así es como se llama, es una de esas personas que sienten la empresa como si fuera suya, responsable dónde los haya y nada conflictivo. Pero el jueves pasado llegó a su turno matinal, sabia que el comité de empresa había firmado la aprobación de un ERE, sin embargo sus jefes le habían comentado que no se preocupara que su puesto no corría peligro, que la empresa se quitaría de encima a los mas antiguos y aquellos que su rendimiento dista mucho del mínimo deseado por un empresario, no fue así.
Llegó a eso de las 5:30, le gusta ser puntual, cambiarse con tranquilidad y leerse el parte de producción para poder organizarse la faena, sin embargo esta vez se encontró que en el torno de fichaje habían diez "orangutanes" con pinta de matones, le pidieron el DNI antes de dejarle fichar y buscaban el nombre en la lista de los afectados. En ese momento Jordi se puso muy nervioso, mientras que buscaban su apellido en la lista, pero no apareció y le permitieron fichar, sin embargo esta vez el torno no giró, la tarjeta estaba anulada el "orangután" no había sabido encontrar su apellido en la lista, en esos momentos se le cayó el mundo al suelo.
En su mente apareció la imagen de su hijo recién nacido, tan solo tiene 24 semanas y no pudo aguantar la presión y echó a llorar.
Jordi al revés que sus compañeros que habían sufrido la misma suerte apagó el teléfono se subió al coche y se fué a dar una vuelta por el polígono de Manresa, sabía que no podía perder el tiempo y cuanto antes se pusiera a buscar trabajo antes encontraría trabajo, mientras, sus ex-compañeros discutían en la puerta con los "Matones de Discoteca" y algunos miembros del Comité. Ni tan solo abrió la carta dónde venia reflejado su finiquito y la indemnización.
En primer lugar se fue a ver a un conocido que tiene una planchisteria en la que ya había trabajado, tuvo que esperar 20 minutos en el coche puesto que hasta las 6:20 no llegó,y aún así la espera no mereció la pena, porque también esta reduciendo plantilla. Posteriormente se fue a una panificadora que hay cerca pero corrió la misma suerte y así en todas las empresas que entró, mas de treinta. Pero esta vez su picardía no obtuvo premio.
A eso de las once encendió el teléfono, tenía mas treinta sms con llamadas perdidas de diferentes personas, su mujer, padres, hermanos, cuñados, etc todos sabían ya lo sucedido en la fábrica de Pirelli y querían saber acerca de él.
Mireia, su mujer, no paraba de llamarle, pero como no le contestaba al teléfono pensó que había tenido suerte, sin embargo cuando Jordi puso las llaves en la cerradura de a puerta de casa a Mireia casi le da un infarto.
Jordi entró y dejó su bolsa encima del sofá, se acercó a Mireia y se dieron un abrazo fortísimo, los sentimientos hicieron sus deberes y durante mas de 15 minutos no se soltaron, hasta que Marc, su hijo recién nacido, rompió el silencio con un lloro.
El viernes Jordi continuó con su empeño de encontrar faena, pero no hay ninguna empresa que requiera personal sino todo lo contrario.
Hasta aquí la historia de mi mejor amigo, la semana que viene igual tengo que contar la mía.
dile que pan y cebolla
ResponderEliminarUna cosa es que te echen del trabajo, otra muy distinta es la humillación que los directivos de Pirelli están sometiendo a los trabajadores.
ResponderEliminarÁnimo a Jordi, la actitud de moverse y no perder el tiempo con los matones que no son más que unos mandados es la mejor, y la única posible por desgracia.
haceos emprendedores...jamas os pasara eso..
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