Y noviembre suele hacerlo en voz baja, con la sonrisa torcida de quien sabe más de lo que dice.
En 2025, ese susurro vendrá cargado de símbolos, alineaciones y advertencias.
Porque el 9 de noviembre, Mercurio —el mensajero celeste— iniciará su camino hacia atrás, y lo mantendrá hasta el 29 de noviembre.
Durante esas tres semanas, los mercados hablarán en otro idioma: ruido, rumor y reversión.
Nada será lo que parece.
He revisado los últimos ciclos de Mercurio retrógrado , y la secuencia es demasiado precisa como para ignorarla:
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Noviembre 2019: el retrogrado coincidió con un techo temporal, justo antes de que el mercado redujera velocidad.
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Agosto 2024: el S&P 500 marcó suelo en el inicio del retrogrado, justo cuando el miedo era máximo.
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Abril 2025: la historia se repitió, pero al revés: el suelo llegó al final del ciclo, sellando la purga y preparando el rebote.
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Noviembre 2025 (próximo): el patrón se repite en un punto alto del ciclo, como si el cosmos preparara el escenario para un giro brusco o una gran limpieza emocional.
La pauta no falla:
🜃 cuando Mercurio empieza su retroceso, el mercado pierde la brújula;
🜂 cuando vuelve a avanzar, la claridad regresa y el precio retoma su rumbo real.
En el gráfico histórico, los retrogrados aparecen como franjas rojas que coinciden, una y otra vez, con momentos de transición emocional del S&P 500.
A veces techo, a veces suelo, pero siempre ruido.
El retrogrado de noviembre 2025 llega en zona de euforia, con máximos recientes y la sensación de que nada puede salir mal.
Justo el tipo de escenario que Mercurio disfruta desordenar.
Si la historia rima, podríamos ver caídas rápidas durante la primera mitad del ciclo, seguidas de una recuperación inesperada cuando el planeta retome su curso directo en diciembre.
Noviembre, una vez más, será el espejo torcido del mercado.
El mes en que los precios hablan en voz baja,
y las estrellas —como los traders—
vuelven a revisar sus posiciones.
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