lunes, 10 de noviembre de 2025

Mis aciertos y errores (I)

Estoy alucinado con las cifras del último post: más de 350 visualizaciones. Desde mi época de Bolsaspain no veía algo así, y eso que, sinceramente, los posts que escribo ahora son infinitamente mejores.

Y voy al lío: si has llegado hasta aquí seguramente andas perdido en el mercado, tienes miedo y a la mínima que sopla el viento tu cartera se pone a temblar.

¿La razón? No tienes un plan de inversión a largo plazo. A mí también me costó aprenderlo. Después de mucho estudiar llegué a la conclusión de que con un buen plan de ahorro se llega muy lejos.

Te cuento lo que hice yo:
Desde que empecé a trabajar ahorraba un 10% del salario. Si cobraba 2.000€, 200 iban a una cuenta separada. Y todo ingreso extra también: pagas extras, bonus, lo que fuera. Con el resto del dinero vivía tranquilo. Algún mes surgía algún imprevisto y no podía cumplirlo, pero la gran mayoría sí.

Tenía clara una cosa: no quería vivir de alquiler. Así que compré piso. Mis ahorros se fueron a cero, pero ya tenía vivienda propia y una hipoteca de 400€/mes al 50% con mi mujer.

Siempre he sido muy currante. Llegué a tener hasta 4 trabajos a la vez, y mi mujer igual. Tanto, que cometimos el error de adelantar la hipoteca y liquidarla en 5 años. Si pudiera volver atrás, no lo haría. Durante esos 5 años todo el ahorro iba al banco, y nosotros a vivir la vida: viajamos muchísimo, medio mundo y algo más.

Después llegaron los hijos y nuestra economía estaba mejor que nunca: piso pagado, dinero en la cuenta… pero, aun así, me sentía dentro de la carrera de la rata: trabajar, pagar, dormir.

Con hijos el juego cambia. Los gastos aparecen de la nada. Decidimos que solo trabajaría yo y mi mujer se quedaría con los niños. Los ingresos bajaron, claro, pero manteníamos el mismo ritmo. Se acabaron los viajes y los lujos, pero no era un drama.

Siempre me he buscado la vida y trabajo no me faltaba. Seguí con el plan de ahorro… hasta que llegó la crisis del 2011, y ahí todo dio un giro.

La crisis de 2011 me dio un golpe directo. El trabajo empezó a flojear, los ingresos bajaron y ahí entendí la importancia real de tener un plan. De un día para otro pasé de ir cómodo a tener que vigilar cada euro.

Pero en vez de venirme abajo, decidí aprender. Me metí de lleno en educación financiera, inversión y bolsa. Leía, estudiaba, veía vídeos, probaba cosas… y poco a poco empecé a construir una mentalidad diferente.

Volví al ahorro, aunque fuese poco. 50€, 100€, lo que pudiera, pero siempre algo. Cada euro que no me gastaba se convertía en tranquilidad. Y cuando la cosa mejoró, ya tenía el hábito.

Con el tiempo entendí algo clave: el dinero no te da libertad, lo hace el control del dinero. Y eso empieza con un plan, disciplina y pensar a largo plazo.

Hoy, cuando alguien me dice que el mercado da miedo, que su cartera baja, que está perdido… lo entiendo perfectamente. Yo también pasé por ahí. Pero si de verdad quieres dejar de temblar cada vez que cae la bolsa, la solución no está en adivinar el futuro, sino en tener un plan y cumplirlo a raja tabla, cosa que aprendí bajo mi opinión algo tarde pero creo que fue así porque no existen los atajos.

En el próximo post analizaré lo que hice y lo que haría ahora si volviera atrás.

Nos vemos.



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